La
poética de Jorge Eduardo Eielson tiene el encanto de la lectura de culto. De
esta tradición también se elevan nombres imprescindibles como el José María
Eguren, Emilio Adolfo Westphalen y Martín Adán. Sin embargo, define a Eielson
una naturaleza artística compleja e inclasificable, pues su universo figurativo
abarca la poesía, la crítica, la narrativa, la pintura, la performance, la
música, el tejido, los nudos, los montajes, etc. De esta manera podemos
entender que este universo figurativo, que tiene raíces en las artes, sirve
para definir su visión del mundo, de las cosas, de las relaciones y de su
praxis poética.
Entendiendo
el carácter intratextual e intertextual del autor de Habitación en Roma, el poeta y crítico literario sanmarquino Álex
Morillo Sotomayor (Lima, 1984) acaba de presentar su estudio La poética nodal. El nudo y su
fundamentación estética en la poesía escrita de Jorge Eduardo Eielson
(2014, Fondo Editorial de la UNMSM – Paracaídas Editores). Dicho estudio, ahora
publicado como libro, obedeció a los trabajos de investigación iniciados en San
Marcos y que luego se concretaron como su tesis de licenciatura.
El
libro está dividido en seis capítulos antecedidos por un prólogo de José
Ignacio Padilla. En aquél sostiene que “la obra de Jorge Eduardo Eielson
disfruta de excelente salud” (p. 15), pues esta ha logrado convocar a lectores
apasionados como a críticos entregados a este quehacer. En esta tradición
crítica refiere a los trabajos de Camilo Fernández Cozman, Sergio R. Franco y
Emilio Tarazona, quienes han dedicado amplios estudios sobre la obra
Eielsoniana. Para Padilla, Morillo se une al conjunto crítico, pues éste “busca
aprehender una noción más amplia de la poesía: ya sea como producto o
significación terminada (el nudo-poema), el acto creativo esencial (el
anudamiento poético) o la condición de vida que despliega una visualización
absoluta (el estado poético)” (p.19). El prólogo finaliza subrayando que este
libro “abre una nueva etapa en los estudios sobre Jorge Eduardo Eielson […]
ahora es posible […] manejar un corpus siempre en aumento, y saltar de un
registro a otro, emulando el recorrido crítico y creativo de Eielson” (p. 21).
En el
primer capítulo, “Clasificación y contextualización de la poética nodal”, el
crítico sanmarquino aborda desde la perspectiva metacrítica “las aproximaciones
críticas y teóricas en torno a la obra integral de Eielson [que] constituyen
hoy, indiscutiblemente, un corpus riguroso e interdisciplinario que aborda sus
múltiples coordenadas temáticas y formales” p. 25). En este capítulo se aborda lo
que él denomina las hebras culturales de la poética nodal de Eielson: la hebra
occidental, la hebra precolombina y la hebra oriental en la poética de Eielson
y cómo este se nutre y lo asimila creativamente.
El
segundo capítulo se denomina “La poética nodal”, en esta se encierra lo medular
de la propuesta del autor de Fragilidad
de lo visible. En este capítulo aborda tres ejes: el nudo, el anudamiento y la
poética nodal. Respecto al nudo
señala que este “es el signo mayor de Eielson. Es el signo de la búsqueda y de
la iluminación en su obra. Es el gesto convergente donde las tres hebras
culturales materializan lo poético en su continua e intensa correspondencia”
(p. 103). De este modo, la poesía escrita de Eielson procura una escritura
multisígnica que configura una red de sentido que logra una verdadera cosmovisión,
que se nutre de varias culturas y resemantiza toda creación. Respecto al anudamiento, el investigador denomina
“anudamiento verbal a la operación de significación donde los significados se
contraen para dar paso a los sentidos que, en su despliegue, buscan renovar la
fuerza expresiva de las palabras convocadas en los poemas” (p. 118). De esta manera,
para el crítico el anudamiento supone la referencialidad de lo real desde una
plataforma poética que busca la deconstrucción de las palabras para oxigenarlas.
El tercer eje de este capítulo es la
poética nodal, en donde sostiene que esta “busca aprehender una noción más
amplia de la poesía: ya sea como producto o significación terminada (el
nudo-poema), el acto creativo esencial (el anudamiento poético) o la condición
de vida que despliega una visualización absoluta (el estado poético)” (p. 129).
Es así que dicho planteamiento entreteje la experiencia individual del autor
como creador y la experiencia colectiva (y su relación con el arte de otras
culturas) que el poeta ha logrado dominar y hacer que su reflexión sobre el
arte poético beba de diferentes fuentes y configure una postura del anudamiento
en cuatro tipos. Morillo distingue a estos como el anudamiento iterativo, el
anudamiento de la referencialidad directa, el anudamiento silencioso y el
anudamiento metapoético, que son abordados en los siguientes capítulos.
El
tercer capítulo desarrolla el primer tipo de anudamiento: “El anudamiento
iterativo”. En este capítulo se desarrolla el concepto de que “la iteración es
la operación que se encarga de reproducir una imagen o una palabra tal y como
es” (p. 139). Esta naturaleza unida a la poética nodal es visible desde los
primeros libros de Eielson, por ello el crítico analiza los elementos de la
iteración en “Piano de otro mundo” (Reinos),”Doble
diamante” (Doble diamante),
“Inventario” (Tema y variaciones),
“He aquí el amor” y “Variaciones ante una puerta” (Tema y variaciones), “Albergo del Sole II”, “Escultura de palabras
para una plaza de Roma” y “Azul ultramar” (Habitación
en Roma), entre otros ejemplos. De este modo, el carácter iterativo del
anudamiento posibilita acentuar el encadenamiento (o anudamiento en conceptos
del autor) no solo de palabras sino de una estética amparada en la búsqueda de
la esencialidad.
El
cuarto capítulo se denomina “anudamiento de la referencialidad directa”, donde el
autor del libro parte de la tesis de que “la escritura poética, como acto,
revela una postura particular del hombre frente al lenguaje” (p. 171). Bajo
esta idea la escritura poética constituye un encuentro de “convencionalidad o
pactos a los que llamamos estéticos” (p. 172). Y el crítico sentencia
subrayando que “lo que encontramos en poéticas como la de Eielson es la
proyección sobre la escritura de estos encuentros, contactos y realizaciones
como cuestiones en plena reestructuración, en plena revitalización” (p. 172).
En este capítulo, lo que señala como anudamiento de la referencialidad es un
énfasis referencial directo o explícito, una poética que se alimenta en las
hebras culturales y que ata y desata signos, un trabajo entre la escritura
poética y el trabajo con la imagen.
El
quinto capítulo del libro es “El anudamiento silencioso”, donde parte de la
premisa de que resulta “representativa la presencia del silencio en la poética
nodal, lo comprueban la serie de marcas textuales reconocibles desde los
escritos iniciales hasta los más recientes” (p. 201). El tópico del silencio no
es reciente en la poesía, en este sentido el investigador sanmarquino recurre a
la tradición crítica que ha trabajado el tópico del silencio en la poesía para
fijar las coordenadas silenciosas de la escritura de Eielson. Este anudamiento
silencioso “explora el espacio en blanco mallarmeano, de tradición visual y
vanguardista. En este aspecto Morillo sostiene que “el silencio en la poesía de
Eielson adopta la forma de una huella de aspecto nodal, cuya fuerza
gravitacional atrae todo aquello que está a su alrededor” (p. 210) y esta
oxigena a la palabras en situacional tensional. En este apartado se analizan
poemas como “Primavera en Villa Adriana” (Habitación
en Roma), “Cuerpo mutilado” “Cuerpo en exilio”, “Cuerpo enamorado” y
“Cuerpo de papel” (Noche oscura del
cuerpo), entre otros, donde el eje del lenguaje se articula al anudamiento
silencioso.
Finalmente,
el sexto capítulo se titula “Anudamiento metapoético”, en este, a partir de una
perspectiva intratextual, el crítico literario hace dialogar la obra poética de
Eielson con las reflexiones estéticas de este. El investigador sanmarquino, de
este modo, desarrolla algunas consideraciones como a) el surgimiento de la
conciencia metapoética eielsoniana indisociable de una postura crítica, b) la
conciencia en cuestión es una de las constantes de mayor influencia en la
construcción de la identidad poética eielsoniana, pues cierra el ciclo del
principio de búsqueda y c) el anudamiento metapoético se despliega con el fin
de destacar la trasgresión como una de las operaciones más significativas del
acto poético.
Sin
duda el libro de Álex Morillo, La poética
nodal. El nudo y su fundamentación estética en la poesía escrita de Jorge
Eduardo Eielson, demuestra cómo la crítica literaria también puede ser
creativa y echar lazos dialógicos e interdisciplinarios entre las partes que
componen la obra del autor, que no solo hunde sus raíces en la tradición
literaria, sino en otras artes y otras búsquedas. Por ello, los textos de
investigación crítica son una apología a la exigencia y a la relectura, quizás
también una invitación (quiero decir una ceremonia) para repensar nuestros
sistemas operativos en el análisis del arte tal como lo sugiere la intensa obra
de Eielson.
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