lunes, 2 de noviembre de 2015

A PROPÓSITO DE "LA POÉTICA NODAL. EL NUDO Y SU FUNDAMENTACIÓN ESTÉTICA EN LA POESÍA ESCRITA DE JORGE EDUARDO EIELSON" DE ÁLEX MORILLO SOTOMAYOR. UN ACERCAMIENTO AL TEJIDO POÉTICO.


La poética de Jorge Eduardo Eielson tiene el encanto de la lectura de culto. De esta tradición también se elevan nombres imprescindibles como el José María Eguren, Emilio Adolfo Westphalen y Martín Adán. Sin embargo, define a Eielson una naturaleza artística compleja e inclasificable, pues su universo figurativo abarca la poesía, la crítica, la narrativa, la pintura, la performance, la música, el tejido, los nudos, los montajes, etc. De esta manera podemos entender que este universo figurativo, que tiene raíces en las artes, sirve para definir su visión del mundo, de las cosas, de las relaciones y de su praxis poética.

Entendiendo el carácter intratextual e intertextual del autor de Habitación en Roma, el poeta y crítico literario sanmarquino Álex Morillo Sotomayor (Lima, 1984) acaba de presentar su estudio La poética nodal. El nudo y su fundamentación estética en la poesía escrita de Jorge Eduardo Eielson (2014, Fondo Editorial de la UNMSM – Paracaídas Editores). Dicho estudio, ahora publicado como libro, obedeció a los trabajos de investigación iniciados en San Marcos y que luego se concretaron como su tesis de licenciatura.

El libro está dividido en seis capítulos antecedidos por un prólogo de José Ignacio Padilla. En aquél sostiene que “la obra de Jorge Eduardo Eielson disfruta de excelente salud” (p. 15), pues esta ha logrado convocar a lectores apasionados como a críticos entregados a este quehacer. En esta tradición crítica refiere a los trabajos de Camilo Fernández Cozman, Sergio R. Franco y Emilio Tarazona, quienes han dedicado amplios estudios sobre la obra Eielsoniana. Para Padilla, Morillo se une al conjunto crítico, pues éste “busca aprehender una noción más amplia de la poesía: ya sea como producto o significación terminada (el nudo-poema), el acto creativo esencial (el anudamiento poético) o la condición de vida que despliega una visualización absoluta (el estado poético)” (p.19). El prólogo finaliza subrayando que este libro “abre una nueva etapa en los estudios sobre Jorge Eduardo Eielson […] ahora es posible […] manejar un corpus siempre en aumento, y saltar de un registro a otro, emulando el recorrido crítico y creativo de Eielson” (p. 21).

En el primer capítulo, “Clasificación y contextualización de la poética nodal”, el crítico sanmarquino aborda desde la perspectiva metacrítica “las aproximaciones críticas y teóricas en torno a la obra integral de Eielson [que] constituyen hoy, indiscutiblemente, un corpus riguroso e interdisciplinario que aborda sus múltiples coordenadas temáticas y formales” p. 25). En este capítulo se aborda lo que él denomina las hebras culturales de la poética nodal de Eielson: la hebra occidental, la hebra precolombina y la hebra oriental en la poética de Eielson y cómo este se nutre y lo asimila creativamente.

El segundo capítulo se denomina “La poética nodal”, en esta se encierra lo medular de la propuesta del autor de Fragilidad de lo visible. En este capítulo aborda tres ejes: el nudo, el anudamiento y la poética nodal. Respecto al nudo señala que este “es el signo mayor de Eielson. Es el signo de la búsqueda y de la iluminación en su obra. Es el gesto convergente donde las tres hebras culturales materializan lo poético en su continua e intensa correspondencia” (p. 103). De este modo, la poesía escrita de Eielson procura una escritura multisígnica que configura una red de sentido que logra una verdadera cosmovisión, que se nutre de varias culturas y resemantiza toda creación. Respecto al anudamiento, el investigador denomina “anudamiento verbal a la operación de significación donde los significados se contraen para dar paso a los sentidos que, en su despliegue, buscan renovar la fuerza expresiva de las palabras convocadas en los poemas” (p. 118). De esta manera, para el crítico el anudamiento supone la referencialidad de lo real desde una plataforma poética que busca la deconstrucción de las palabras para oxigenarlas. El tercer eje de este capítulo es la poética nodal, en donde sostiene que esta “busca aprehender una noción más amplia de la poesía: ya sea como producto o significación terminada (el nudo-poema), el acto creativo esencial (el anudamiento poético) o la condición de vida que despliega una visualización absoluta (el estado poético)” (p. 129). Es así que dicho planteamiento entreteje la experiencia individual del autor como creador y la experiencia colectiva (y su relación con el arte de otras culturas) que el poeta ha logrado dominar y hacer que su reflexión sobre el arte poético beba de diferentes fuentes y configure una postura del anudamiento en cuatro tipos. Morillo distingue a estos como el anudamiento iterativo, el anudamiento de la referencialidad directa, el anudamiento silencioso y el anudamiento metapoético, que son abordados en los siguientes capítulos.

El tercer capítulo desarrolla el primer tipo de anudamiento: “El anudamiento iterativo”. En este capítulo se desarrolla el concepto de que “la iteración es la operación que se encarga de reproducir una imagen o una palabra tal y como es” (p. 139). Esta naturaleza unida a la poética nodal es visible desde los primeros libros de Eielson, por ello el crítico analiza los elementos de la iteración en “Piano de otro mundo” (Reinos),”Doble diamante” (Doble diamante), “Inventario” (Tema y variaciones), “He aquí el amor” y “Variaciones ante una puerta” (Tema y variaciones), “Albergo del Sole II”, “Escultura de palabras para una plaza de Roma” y “Azul ultramar” (Habitación en Roma), entre otros ejemplos. De este modo, el carácter iterativo del anudamiento posibilita acentuar el encadenamiento (o anudamiento en conceptos del autor) no solo de palabras sino de una estética amparada en la búsqueda de la esencialidad.

El cuarto capítulo se denomina “anudamiento de la referencialidad directa”, donde el autor del libro parte de la tesis de que “la escritura poética, como acto, revela una postura particular del hombre frente al lenguaje” (p. 171). Bajo esta idea la escritura poética constituye un encuentro de “convencionalidad o pactos a los que llamamos estéticos” (p. 172). Y el crítico sentencia subrayando que “lo que encontramos en poéticas como la de Eielson es la proyección sobre la escritura de estos encuentros, contactos y realizaciones como cuestiones en plena reestructuración, en plena revitalización” (p. 172). En este capítulo, lo que señala como anudamiento de la referencialidad es un énfasis referencial directo o explícito, una poética que se alimenta en las hebras culturales y que ata y desata signos, un trabajo entre la escritura poética y el trabajo con la imagen.

El quinto capítulo del libro es “El anudamiento silencioso”, donde parte de la premisa de que resulta “representativa la presencia del silencio en la poética nodal, lo comprueban la serie de marcas textuales reconocibles desde los escritos iniciales hasta los más recientes” (p. 201). El tópico del silencio no es reciente en la poesía, en este sentido el investigador sanmarquino recurre a la tradición crítica que ha trabajado el tópico del silencio en la poesía para fijar las coordenadas silenciosas de la escritura de Eielson. Este anudamiento silencioso “explora el espacio en blanco mallarmeano, de tradición visual y vanguardista. En este aspecto Morillo sostiene que “el silencio en la poesía de Eielson adopta la forma de una huella de aspecto nodal, cuya fuerza gravitacional atrae todo aquello que está a su alrededor” (p. 210) y esta oxigena a la palabras en situacional tensional. En este apartado se analizan poemas como “Primavera en Villa Adriana” (Habitación en Roma), “Cuerpo mutilado” “Cuerpo en exilio”, “Cuerpo enamorado” y “Cuerpo de papel” (Noche oscura del cuerpo), entre otros, donde el eje del lenguaje se articula al anudamiento silencioso.

Finalmente, el sexto capítulo se titula “Anudamiento metapoético”, en este, a partir de una perspectiva intratextual, el crítico literario hace dialogar la obra poética de Eielson con las reflexiones estéticas de este. El investigador sanmarquino, de este modo, desarrolla algunas consideraciones como a) el surgimiento de la conciencia metapoética eielsoniana indisociable de una postura crítica, b) la conciencia en cuestión es una de las constantes de mayor influencia en la construcción de la identidad poética eielsoniana, pues cierra el ciclo del principio de búsqueda y c) el anudamiento metapoético se despliega con el fin de destacar la trasgresión como una de las operaciones más significativas del acto poético.  


Sin duda el libro de Álex Morillo, La poética nodal. El nudo y su fundamentación estética en la poesía escrita de Jorge Eduardo Eielson, demuestra cómo la crítica literaria también puede ser creativa y echar lazos dialógicos e interdisciplinarios entre las partes que componen la obra del autor, que no solo hunde sus raíces en la tradición literaria, sino en otras artes y otras búsquedas. Por ello, los textos de investigación crítica son una apología a la exigencia y a la relectura, quizás también una invitación (quiero decir una ceremonia) para repensar nuestros sistemas operativos en el análisis del arte tal como lo sugiere la intensa obra de Eielson.

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