lunes, 26 de octubre de 2009

¿Què se ama cuando se ama?. La poesía de Gonzalo Rojas: carne y luz a 180 km por hora

Por: Axthedmio Mau Guil

Conozco la poesía del poeta chileno Gonzalo Rojas (Lebú, 1917) desde la secundaria del colegio y, desde aquella época, su poesía que es aire, que es agua, que es fuego, que es tierra, que es todo y al mismo tiempo nada, me ha sido tan afín releerla.

Por razones que no me he podido explicar, éste es el primer artículo que le dedico con justicia a uno de los más grandes poetas latinoamericanos vivos, y que por cierto, ha sido candidato muchas veces al premio nobel de Literatura.

Éste gran poeta, autor de libros memorables como: La miseria del hombre (1948), Contra la muerte (1964), Oscuro (1977), entre otros, nos ha entregado una síntesis de las vanguardias latinoamericanas y europeas. Cabe señalar antes, que los dos primeros libros obedecen a un plano disociativo de las experiencias poéticas, el tercer libro en tanto viene a ser una especie de antología personal, reactualización si se quiere, cambios de títulos de libros anteriores, etc. O es todo y nada como señaló en alguna oportunidad Gonzalo Rojas. Posteriormente le continúan otras publicaciones tambièn memorables como: El alumbrado y otros poemas (1987), Del relámpago (1981), Materia de testamento (1997), etc.
En alguna oportunidad el poeta peruano Marco Martos, le rindió un efusivo homenaje a Rojas en el diario “Nuestra bandera” fechada en enero del 2004, después que Rojas ganase el Premio Cervantes de literatura (aparte de éste premio fue galardonado con el Premio Reina Sofía, Premio Octavio Paz, entre otros). Transcribimos la cita, porque nos parece sintética, pero no definitiva: “su poesía, una escritura transparente como la de San Juan, terrestre como la de Vallejo, aérea como la de Huidobro, sensual como la de Neruda, sufriente como la de Celán, Vital como la de Quevedo, tranquila como la de Horacio, profunda como la de Holderlin, única, personal e intransferible.”

Sin lugar a duda, una apreciación sintética de lo que plantea la poesía de Rojas, pero creemos que la poesía es irreductible, ella dice mucho de su carácter. De este modo se puede agregar o quitar aproximaciones porque ¿cómo entender en estado primigenio lo que escribió o lo que transita por la mente al poeta? Podemos agregar, además de las palabras del maestro Marco Martos una aproximación arbitraria.
Y es que la poesía de Gonzalo Rojas se genera y se regenera a través de la imagen musical (se detiene en vocalizar el mundo a través de la metáfora), la disposición balbuceante de verbos, el silabeo automático de la modernidad (véase por ejemplo los poemas: “Helicóptero”, “Carta a Huidobro” “Celular 09-2119000 71”), morbosamente lúcida que la hereda de Baudelaire (“Muchachas”, “A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro”, etc.) la poesía visionaria y veloz como la de Rimbaud y Marinetti (“carta a Huidobro” “80 veces nadie”, etc.)

Gonzalo Rojas se desnuda y señala “Mi poesía es aire… oreja, pero es ojo a la vez… las cámaras lo saben: las fílmicas, las sigilosamente fotográficas los saben…” dice el poeta en el prólogo de su libro ¿Qué se ama cuando se ama? publicada en el año 2000 por DIBAM, Chile. Dicho libro perpetúa a uno de los poetas turbulentamente perturbadores y que mejor ha logrado sintetizar la poesía Latinoamericana y Europea contemporánea.
Cabe señalar que éste poemario o libro antológico personal, y que encierra luminosas cadenas eróticas, es una antología conformada por 41 poemas dotados de “libertinaje y rigor” y expuestos a la lúdica “erótica y mística”.
Donde la mujer más antigua, es decir; la fenicia, la griega, la china, la española, la egipcia, la nórdica, la cartaginesa, la americana, la musa, la santa, la bruja, la virgen y la puta son evocadas, fornicadas, deseadas, violadas, amadas, mordidas, bañadas de semen, carcomidas por el tacto, filmadas por la luz, ofendidas por las palomas blancas, los zapatos, los cuchillos, con tanto amor que la víctima termina aceptándolo todo o viceversa y confiando, en modo alguno, en su victimario. De este modo, ambos amantes deciden arderse en la comunión de la complementariedad.

Lo mismo sucede con el lector del libro, quien camina obnubilado por las imágenes que nos proyectan los poemas, con el fondo musical de una música remota, fresca, viva y reactualizada.
Culminamos ésta primera expiación con un poema tomado al azahar:

“Perdí mi juventud en los burdeles/ pero no te he perdido/ ni un instante, mi bestia,/ máquina del placer, mi pobre novia/ reventada en el baile./Me acostaba contigo,/ mordía tus pezones furibundo,/ me ahogaba en tu perfume cada noche,/ y al alba te miraba/dormida en la marea de la alcoba,/ dura como una roca en la tormenta./Pasábamos por ti como las olas/todos los que te amábamos. Dormíamos/ con tu cuerpo sagrado./Salíamos de ti paridos nuevamente/ por el placer, al mundo…” ("Perdì mi juventud en los burdeles" p.19 la citas son de la edición mencionada con anterioridad)

El libro de los seres imaginarios de Jorge Luis Borges

Por: Axthedmio Mau Guil
Su lúcida formación como artista le ha permitido ser el acróbata y navegar en diversos espacios. Jorge Luis Borges (Argentina, 1899 - Ginebra, 1986) es uno de los máximos exponentes de la literatura del S. XX. Es así que su labor de escritor, poeta, ensayista, traductor, crítico, bibliotecario, profesor, compilador y editor le ha permitido tener una profunda visión del arte universal. Es, si se quiere, un gran conocedor de las culturas.

Prueba de ello es la publicación de El Manual de zoología fantástica. La primera edición de éste texto fue publicada en 1957 por el Fondo de Cultura Económica, México. Posteriormente en 1967 se modifica el título por El libro de los seres imaginarios 1967 publicada por la editorial Kier de Buenos Aires.
Lo curioso de este libro aparte del cambio de piel; es decir, el cambio del nombre del libro, es que nos encontramos ante una obra, para variar, curiosa. Ya que dicho libro puede leerse como creación, compilación, selección o un manual mitológico “de los extraños entes que ha engendrado, a lo largo del tiempo y el espacio, la fantasía de los hombres” en palabras del mismo Borges en el prólogo del libro.

Algunas historias mitológicas que destacan por su curiosidad son por ejemplo: Abtu y Anet, Los Antílopes de Seis Patas, Arpías, El Asno de Tres Patas, El ave Fénix, El ave Roc (Charles-Marie Leconte de Lisle, por ejemplo utiliza a ésta ave mítica en su famoso poema “una puesta de sol”), El Caballo de Mar, El Cancerbero (que aparece por ejemplo en Hesiodo, en Dante, en Zachary Grey, etc.), El Centauro (que aparece en la Metamorfosis de Ovidio, o, por ejemplo en poemas como “Fuga de centauros” de José María de Heredia y Girard, etc.), Cronos o Hércules, El Doble, El Dragón (en algunas versiones como la China, la Etíope, Alemana, Inglesa, etc.), El Elefante que predijo el nacimiento de Buddha, Escila (que aparece en La Odisea de Homero, en Ovidio y en Pausanias), La Esfinge, Fauna de los Estados Unidos, El Gato de Cheshire y los Gatos de Kilkenny, El Grifo, Las Hadas, La Mandrágora, La Mantícora, El Minotauro (ser que por especial, fascinó a Borges y que se lee con anterioridad en Ovidio, o, en la biblioteca de Apolodoro), etc.

Algunas de los otros seres imaginarios en el libro de Borges provienen de algunos autores como: C. S. Lewis, Kafka, Poe y Swedengborg. Cítese por ejemplo: Un animal soñado por Kafka, Un animal soñado por C.S. Lewis, Un animal soñado por Poe, Los ángeles de Swedengborg, Una cruza, Los demonios de Swedengborg, Un reptil soñado por C.S. Lewis, etc.

En algunos casos, por ejemplo Borges ensaya una explicación de cómo es que probablemente ha surgido determinada mitología, en otros usa su agudeza de lector para recopilar de los “cuentos y novelas”, algunos animales extraños creados por los escritores.
Destaca asimismo por ser un buen manual para conocer parcialmente “los seres extraños” que en diversos lugares del mundo las culturas han ido creando: algunos por la justificación del origen divino de “algo” o su propia justificación existencial en la historia de determinadas culturas; otros en cambio, obedecen a alucinaciones, estados de sueños, de quimeras eternas, de prolongaciones de sueños, de deseos utópicos, de miedos que jamás se divorcian del hombre y su “estar aquí” y no sentirse solo.

Todo ello colapsa en una metáfora del universo y metáfora también de la imaginación más ancestral; es decir, lo religioso, lo divino, lo mágico, lo onírico, que conforman el corpus de este libro curioso de Borges.

Considerado como el escritor que más ha influenciado en la narrativa latinoamericana contemporánea, escritores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Ernesto Sábato, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares y Julio Ramón Ribeyro, han reconocido en la figura de Borges a un escritor trascendental.

Dotado de la versatilidad de un universo imaginario, sòlo comparable a su propia creación, Borges trasciende la linealidad de la historia universal de las literaturas. Hace una literatura desde todos los puntos, no sólo del mundo (investigador de las culturas primigenias), sino también del universo (el hombre situado en el tiempo y el espacio).

sábado, 26 de septiembre de 2009

I COLOQUIO INTERNACIONAL REVISANDO LOS DISCURSOS ANDINOS: HOMENAJE A MARCOS YAURI MONTERO

Convocatoria:
La Universidad Nacional Federico Villarreal desde su Facultad de Humanidades y la Escuela Profesional de Lingüística y Literatura convocan al:
I Coloquio Internacional Revisando los discursos andinos
Homenaje a Marcos Yauri Montero
(Así que pasen los Tiempos)
Huaraz – Lima 12 al 16 de octubre de 2009

1. EJES TEMÁTICOS·
.Marcos Yauri Montero: Obra narrativa, poética y crítica.
· Literaturas andinas.
· Literaturas orales.
· Testimonio.
· Teoría y crítica literaria.
· Teoría y crítica literaria latinoamericana.
2. PRESENTACIÓN DE LOS TRABAJOS
1) Podrán participar todos los interesados con trabajos afines a los ejes temáticos citados.
2) Los trabajos enviados no deben exceder el número de 20 páginas (excluyendo bibliografía), escritas en letra Arial 12 a espacio y medio. Además debe incluir una hoja que contenga los datos del investigador (nombres, apellidos, ciudad, universidad, especialidad, dirección y teléfono). Las obras citadas y/o referencias bibliográficas seguirán el siguiente formato: los apellidos y nombres del autor, el título del texto, la ciudad donde se edita, el nombre de la editorial y el año.
3) La fecha límite para la recepción de trabajos es del 01 de agosto del 2009 al 01 de octubre de 2009.
4) Los trabajos seleccionados se adhieren a la política de los organizadores para su posterior publicación y difusión.
Enviar los trabajos a:
revistaenlasaladespera@hotmail.com
3. CERTIFICADO DE ASISTENCIA
a) Se otorgará certificado de asistencia a las personas que concurran los días que dure el evento.
b) Los trabajos que sirvan de ponencia contarán con un certificado especial.
Organizan:
En la sala de espera.
Revista de crítica y creación literaria Lhymen.
Revista de cultura y literatura
Auspician:
Universidad Nacional Federico Villarreal (Facultad de Humanidades – EscuelaProfesional de Lingüística y Literatura)Universidad Alas Peruanas (Facultad de Ciencias de la Comunicación)Universidad Nacional Santiago Antúnez de MayoloCentro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar (CELACP)Andesbooks Editorial y Distribuidora S.A.C.Instituto Nacional de Cultura (Dirección Regional de Cultura: Ancash)Inversiones S.R.L. Informática, Tecnología y Construcción)

lunes, 10 de agosto de 2009

EL ÚLTIMO CAUTIVERIO DE LA BUENA GENTE/ 5 NARRADORES

Por: Axthedmio Mau Guil

Acaba de publicarse El cautiverio de la buena gente. Narrativa ancashina última (Andes book, 2009) Libro en colectivo donde figuran: Edgar Norabuena Figueroa, Eber Zorrilla Lizardo, Daniel Gonzales rosales, Edgar Cáceres Flor y Macedonio Villafán Broncano.
Edgar Norabuena Figueroa en su cuento “Eugenita, linda flor” reactualiza una suerte de intertextualidad con “Warma kuyay” de Arguedas y “Kuya kuya” de Colchado que nos recuerdan estos juegos de deseo, aventura y de mentiras en estos amores niños-adolescentes. Sin embargo, creemos que el acierto radica en la incorporación de técnicas narrativas contemporáneas. Y es que en el cuento se inserta una figura, una sombra, un antiautor como recurso técnico (el profesor Edgar, que aparentemente es un escritor con libros publicados y que se recuerdan sus cuentos como: "Toro Moreno" y "Tumbacerro", aunque estos datos nos conducen a pensar que podría tratarse del autor del cuento, sabemos que no es así: es una técnica), otro recurso utilizado por Norabuena es el manejo de un discurso nutrido de todo un bestiario de la andinidad; vale decir; una prosa lìrica en donde se subvierten metáforas donde se incorporan animales (puma, paloma, perdiz, taruka, etc.) enriqueciendo a la técnica del discurso y la definición del hilo narrativo. ¿Nos será posible acaso reiterar que este cuento, como la mayoría de los cuentos de Norabuena, se inician por un presente, luego hacen un flash back (giro anti horario) para nuevamente situarse en el presente? Otro elemento visible es el rasgo sicológico de un personaje poseído por una desposesión, y cuyo deseo irrefrenable de poseer a la mujer objeto de deseo, resulta todo un contrapunto transgresor en el relato, lo cual termina en un cuento donde las juego de equivocaciones, a veces, cobra su propio destino.
Eber Zorilla Lizardo en “San Gonzalito” explora a través de una intensa narración en segunda persona una explicación personal del planteamiento del drama de adoctrinamiento senderista. En un espacio marginal, periférico, en un espacio andino que nos da un efecto analógico que se trenza con el proceso invasión y adoctrinamiento religioso que tuvieron los españoles con los indígenas. A través del recuerdo del personaje principal del cuento, situándose en un tiempo presente y haciendo que su interlocutor recuerde. Hay en el cuento este juego de increpaciones. Cabe señalar que este cuento nos remite parcialmente al cuento “Cena de difuntos” de Villafán, donde vivo y muerto pueden comer en la misma mesa, en el día de los muertos. Otra vez la técnica salva al cuento en el manejo del hilo narrativo y el lenguaje. En otro cuento “La casa de los ajenos” Zorrilla experimenta un contraste que se subvierte en una aventura que podría remitirnos a “El retrato Oval” de Poe. Por los contrastes de los espacios entre claroscuros, y las sensaciones que intenta transmitir, vale decir; infundir miedo, frio en una noche oscura y salvaje, graznidos de aves, que intentan dar una imagen de misterio. De este modo el cuento merodea temas como el misterio, lo oscuro, el sexo, la muerte y la confusión “sin entrar a ellos”. Elementos utilizados por Poe, haciendo una especie de intertextualidad y que Zorrilla intenta experimentar en la narrativa ancashina. No obstante los aciertos y la experimentación, creemos algo previsible el final de la trama. Uno de los personajes confiesa un crimen, se le inculpa a otro de aquello, el propio autor resuelve el misterio que quiere ocultar ¿lo ideal no sería que el lector fuera cómplice de este descubrimiento?
Macedonio Villafàn Broncano en el cuento “El enviado del dios Pachacamac” demuestra un buen manejo del discurso temático y del lenguaje. En el cuento centra a personajes migrantes, a personajes invasores de su propio territorio ancestral, a personajes marginales que ascienden paulatinamente en el proceso de la cholificación de la gran Lima. Pero creemos que el cuento de Villafán intenta dar con otro espacio, con otra explicación: el configurar las raíces étnicas del hombre andino en cualquier espacio a donde vaya. Es decir, el hombre no solo lleva su maleta de equipaje de accesorios materiales, sino que lleva y carga consigo, viaje a donde viaje, todo un conglomerado cultural que no ha de olvidar. En el cuento "El enviado del dios Pachacamac" resulta siendo un mítico animal: el perro costeño, que será el guardián de la tradición y el guía que reivindica a esta clase marginal, que es más cercana a su cultura. El cuento tiene como escenario un espacio perifèrico, aparentemente inhabitable: un arenal. El cuento además juega con los tópicos de la multiculturalidad, donde el elemento clave es el respeto, en el cuento se percibe de este modo: “de tanto cavar hasta había encontrado tumbas por los restos de esqueletos y de cerámica…cavando otro hueco profundo en la arena para nuevamente colocar los huesos con respeto y esparciendo hojitas de coca, invocó su permiso…” Otro tópico con el que conversa villafán es el de la interculturalidad, nótese aquí el elemento clave: el dialogo. ¿Cómo es que un hombre conversa con una deidad o con un muerto de otra cultura, como la costeña, por ejemplo? La respuesta es sencilla y es que, en la antigüedad había este respeto y este diálogo entre las culturas, una feliz suerte de correspondencias. A estos tópicos cabe agregar temas como la tradición y la modernidad, una suerte de correlaciones que parecen definir a estos en el cuento. En el primero, estos personajes arrastran el cordón umbilical de su cultura madre y del lugar donde vienen, de este modo existen costumbres cotidianas que se incorporan a otras; la otra en cambio, incorpora a los elementos ya citados: la tecnología, la modernización de las casas, la llegada de vehículos motorizados, etc.
Edgar Cáceres Flor en “Muerto en vida” nos ofrece a un personaje que sucumbe frente un vicio ambivalente: una mujer y el licor. Estos elementos son los que configuran su final trágico en medio de la inmundicia, que nos transportan por instantes a una narrativa naturalista y por otro, a una óptica neorromántica asociada a la idea de amor igual a muerte. Por otra parte; hay un muy buen manejo del hilo argumental e incluso un mejor dominio del lenguaje a diferencia del libro anterior. Pero creemos aún débil la aplicación de alguna técnica que tenga el valor de llevar el peso de un buen tema. Como también creemos que el epílogo desentona un final ya previsible, ya que intenta extender un cuento que ya había quedado con cierto halo de misterio e insipiencia. El extenderlo intenta dar con una muerte ya esperada, se intenta aparecer a una mujer que al final sufre por la muerte del “otro”, una figura algo patética que desentona y que nos acerca a un final de novela de TV. Consideramos que debió suprimirse el epìlogo, lo cual no desmerece el buen tema y la tratativa de éste en el cuento “Muerto en vida”.
Daniel Gonzales Rosales en el cuento “La felicidad de hallar felicidad” explora el espacio de la cotidianidad dentro de la rutinariedad en la que transita la vida moderna. Un elemento interesante del relato es la visión del “otro”. Hay esta búsqueda incesante de respuestas a ciertas preguntas cotidianas. En el cuento el tema de la felicidad nos lleva al plano contemplativo, donde el narrador reflexiona cómo es que dentro del caos, de personas, de vehículos motorizados, cómo nos es posible hallar esta relación de correspondencia, de amor, de compartir, de búsqueda de solidaridad entre las personas. Es una reflexión sobre el papel del "otro" (por ejemplo; en un cuento anterior “De pesca”, se desarrolla esta perspectiva). Pero creemos, a pesar del aporte temático, no sucede ningún rompimiento dentro del relato. Todo transita en esa misma rutina donde habitan estos personajes. Lo mismo ocurre en este otro cuento “Galileo acaba de iniciar sesión” Este cuento concebido así, es todo un acierto experimental. El autor inserta magistralmente un discurso ciberespacial (conversación a través del internet, chat, etc.) lo cual es un acierto, puesto que dentro de la narrativa y más precisamente; en el cuento, no hay trabajos con este tipo de discurso. Pero creemos que también magistralmente el texto carece de un hilo narrativo, o, de una estructura que cuelgue esas hojas de hierba en un árbol con raíces. Hay conversaciones literarias, frente a conversaciones coloquiales, conversaciones sado-amorosas, conversaciones de ocasión que quedan en el espacio como si una hoja de papel fuera una pantalla de computadora. Hay una intención de superposición de discursos que posiblemente resulten de una técnica, si es que estos conduzcan una estructura profunda. Estos elementos por el contrario, juegan con la despersonalización de la comunicación en la modernidad tecnológica, pese a ello, no deja de ser interesante el yugo experimental.
El cautiverio de la buena gente es así, un libro que involucra más o menos (hasta ahora un criterio arbitrario) a dos generaciones de escritores con una heterogeneidad dentro de un mismo espacio (Huaraz). Borges solía señalar que en un trabajo antológico o colectivo como este, es posible encontrar “semejanzas y diferencias”, lo cual también podría traducirse en niveles y desniveles. Creemos que en este libro hay ambas. Y precisamente, ambas también se corresponden. Así encontramos semejanzas tanto por uso del espacio (algunos prefieren la periferia, la zona marginal, el escenario andino frente a otros que prefieren la zona urbana, lo cosmopolita), la tratativa de tiempo (muchos presentan este esquema: presente-pasado-presente) y el recorrido por los temas (que son universales, pero algunos reiteran o tocan estos temas con parcialidad y aquí entra el talento, salva la técnica al tema y la reactualización de la misma ayuda). Por lo que queda decir, el libro da muestra, muestra y demuestra una literatura que ya está en un proceso en el que se percibe esta actitud crítica frente a lo que ya se ha escrito y frente a la palabra misma, es decir frente al lenguaje. En algunos casos, las lecturas han hecho que se experimente con nuevas técnicas y que se acaricie de modo más cercano la elaboración de un lenguaje más elaborado, lo cual es loable. Los temas siempre conviven con nosotros, pero la técnica lo salva del olvido, de la redundancia, del vicio conmemorativo y hace que trascienda a otro plano mayor.

miércoles, 10 de junio de 2009

Entrevista a Carlos Eduardo Zavaleta (*)

Por: Axthedmio Mau Guil.
Entrevista en un Pueblo azul, en Un día en muchas partes del mundo, entre Pálido, pero sereno, Carlos Eduardo Zavaleta en diálogo con Un joven, una sombra.
En la entrevista que le hace Rolland Forgues, afirma que parte de una opción fundamental, es decir, del realismo. Porque según usted, quería contar los cataclismos y aluviones de Ancash ¿Usted elige los temas o los temas lo eligen a usted?
Lo uno comienza convertido en lo otro, y uno no sabe en realidad cual es primero. Pero yo, conscientemente me inicié con una novela El cínico, sobre Lima... Pero luego, en el intervalo de eso y lo que vino después del año 47 y 48 se produjo en mi lo natural, las cosas naturales salieron poco a poco, merced a mis lecturas de distintos autores desde Dostoievski hasta los existencialistas franceses, entonces, poco a poco salieron mis recuerdos de mi vida… de modo que, absolutamente todo me vino de forma natural y así salió. Y luego, al leer Retrato del artista adolescente de James Joyce me di cuenta que había una técnica que yo podía seguir muy bien; que era la del monólogo interior, la de la expresión del pensamiento y dentro de ese pensamiento, meter incluso, el diálogo...
Que entra a tallar en un escritor, es decir; cómo se elige ser narrador o ser poeta, aunque en su caso, podríamos hablar de una prosa poética. A Carlos Eduardo Zavaleta lo conocemos como novelista, cuentista, traductor, ensayista, etc., pero no como poeta ¿publicó alguna vez poesía?
Nunca. Me cuidé mucho de ello, ya que tengo mucho respeto a la poesía. Sin embargo, yo he traducido a poetas… por ejemplo; la poesía completa de James Joyce... He traducido una obra completa de teatro de T. S. Eliot con fragmentos y poemas de Ezra Pound, también poemas de William Carlos Williams, de Allen Ginsberg, entre otros. De tal manera que, realmente mi vida ha estado al cuidado de la poesía y de los poetas. Pero yo entendí de que, esa no era mi misión y que no tenía gran facilidad para ello. Entonces, de lo que me preocupé fue cambiar a la prosa, porque la prosa que yo leía y veía de los famosos indigenistas peruanos, con la excepción de Ciro Alegría y José María Arguedas, era deplorable, absolutamente deplorable. No sabían describir bien las oraciones principales y subalternas, no las podían armar, no había cierta sonoridad y menos musicalidad en los párrafos… y por eso, intenté alejarme lo más posible de esa clase de escritura…
Algunos estudiosos como Rolland Forgues, Manuel Jesús Baquerizo y Washington Delgado señalan en Zavaleta su correcta arquitectura técnica narrativa y la psicología profunda, el mirador psicologista, como diría Rolland Forgues. ¿Cual cree usted, después de mucho tiempo, la novela que mas le ha costado elaborar, en la entrevista a Forgues señala que era Retratos turbios y ahora, después de otras publicaciones?
Bueno yo creo que ahora, viéndolo bien, los que más me han costado trabajo han sido Pálido, pero sereno y Los aprendices. ¿Pero, porqué? , porque yo creo que nací como cuentista nato. Para mí hacer un cuento era como respirar, pero luego comencé a extenderlos, a ampliarlos…Y para lanzarme a la novela de 300, 400 páginas lo tuve que pensar mucho…Siempre pensaba yo que, extenderme sería una trabajo muy difícil, me preguntaba porqué Jorge Luis Borges no había escrito una novela. Y sin embargo, si lo había hecho, la novela Las palmeras salvajes de William Faulkner tiene más de 400 páginas y eso lo había traducido estupendamente Borges. O sea que, el estilo de Borges daba para novela…se puede cuidar una página como se puede cuidar 500 páginas...
Cuando hablamos de Pálido, pero sereno, nos es posible postular que es una novela total (hasta ahora un criterio arbitrario) Es decir, en ella hay un conjunto de cuentos, pasajes, episodios que nos conducen a personajes de algunos y de otros de sus cuentos como: “La primera mujer”, “La mujer del héroe”, “Eclipse de una muchacha”, etc. ¿Nos es posible sostener esta teoría de novela total? ¿Cómo están estructurados estos otros elementos en su novela?
No lo sé. Yo nunca he manejado ese concepto de novela total. Aunque eso se vio en el año 65 cuando nos reunimos en Arequipa y, Mario Vargas Llosa pronunció su ponencia sobre la novela total. A mi me parece que, la gran novela total, ya estaba escrita. Y las más grande para mi es el quijote. El quijote es la novela de novelas, donde todo aparece… Y luego leer a Tolstoi, leer Guerra y paz, ¿qué otras novelas pueden ser totales?, Los hermanos karamasov, de Dostoievski, donde el autor ha puesto toda sus clases de técnicas para que lo cercano y lo lejano, el país y el terruño pequeño, todos estén juntos. De tal manera que, eso he querido hacer sí, voluntariamente sí, conscientemente sí, en Pálido, pero sereno… Yo he querido convertir a Ancash en una especie de símbolo de un problema, de una región problema, y que al final, resultó desembocar en un país problema... Esa especie de vuelta al hogar es lo que me ha seducido y me ha hecho pensar en la vuelta de Ulises a Ítaca.
Hay un tema que creo a ambos nos obsesiona: la mujer. ¿Qué concepto tiene Zavaleta de la mujer y cómo llega a insertarlas dentro del texto narrativo? Porque en muchos de sus cuentos y novelas, la mujer es pieza fundamental, así encontramos a mujeres perversas, atractivas, calculadoras, decididas, carnales, valientes, amantes, pasivas, con iniciativa, etc. Háblenos de las mujeres de Zavaleta.
Bueno, desde mis primeros cuentos están las mujeres, desde “La abuela” un texto del 48 en Sihuas…Y desde luego, no está distinta de Matilde, de Los aprendices…Y luego, siempre que tomo un personaje mujer, como que yo mismo siempre me llamo la atención varias veces, y me digo, ¡cuidado! como si fuera un semáforo ¡cuidado! ésta es una mujer ¡cuidado! Porque para mí, como soy hombre y la inconsciencia es masculina, entonces, uno tiene que aplicarse seriamente, voluntariamente, esta figura que es distinta. Hay una frase de André Malraux en La condición humana que no me olvido cuando dice “el se volvió a mirar, lo que vio, no era un hombre, era otra clase de ser”…Todo eso yo entiendo que es la mirada del hombre, del enamorado y sobre todo, del hombre asombrado de que exista una mujer, que exista un ser distinto a él y que, es como un imán poderoso que el cree que, él guía el mundo y la que guía en verdad es ella. Yo me he enamorado de cada una de esas personajes… Es una pregunta importantísima la que me haces, ya que, yo me preocupo mucho, mucho: dos y tres veces, cuando se trata de un personaje femenino. Porque creo en principio, tal vez es mi temor. Temo que no la voy a dibujar bien, que dibujo fácilmente a los hombres, pero no a las mujeres. Y con el tiempo a resultado casi igual, personajes y personajes, y hay que, preocuparse de todos…
Háblenos de sus maestros, que aprendió Zavaleta técnicamente hablando, de los europeos, norteamericanos y latinoamericanos.
Es sabido recordar a James Joyce, a William Faulkner, a Jhon Dos Passos, a Ernest Hemigway, pues aprendí muchas cosas: la seriedad, la parquedad, la presencia de la poesía, la sutileza, el modo de narrar, y desde luego, los otros europeos son extraordinarios: Albert Camus, Simone de Beauvior, Jean Paul Sartre y así otros, un ejemplo extraordinario de los italianos es Alberto Moravia, que, a los 22 años escribió una novela llamada Los indiferentes, ¡que extraordinaria novela!, y luego, hay que detenerse en ver, ese deseo que tiene de pintar la sociedad. Cuando llegó Aldous Huxley acá al Perú, yo le serví de cicerone. Me decía, “¿bueno Moravia le gusta a usted?” y yo le dije que sí, mucho, y me dijo: “bueno a mi no, porque este quiere ser Flaubert, quiere ser un segundo Flaubert; quiere explicarlo todo aquí, y no deja las cosas que sean, sino que, el quiere hacer sus grandes comentarios”, y bueno, este es un comentario de Huxley. Pero ahí en la obra se ve todo el trabajo que le cuesta al escritor estructurar la novela, como una afinación muy suya, es poético y muy doloroso… Luego hay ejemplos de escritores latinoamericanos que se merecen subrayarlos, escritores como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa. Antes, en Horacio Quiroga o en el grupo de la plata con Juan Carlos Onetti, Roberto Artl, que por cierto, gustaba tanto a Cortázar, son en conjunto, un ejemplo maravilloso y son unos brazos que nos están tirando para escribir. Tenemos suerte en verdad, porque, no solos podemos escribir, sino que nos ayudan a escribir los escritores...
(*) Por cuestiones de brevedad, se muestra la entrevista con fragmentaciones, y recortes de respuestas y/o preguntas. La entrevista completa serà publicada en la Revista Literaria "La casa de Asteriòn" Nº 09
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Nacido en Caraz en 1928, Carlos Eduardo Zavaleta es uno de los narradores peruanos más prolíficos y celebrados del siglo XX. Entre sus obras destacan los siguientes títulos; Los Ingar (1955), El Cristo Villenas (1956), Unas manos violentas, (1968), Vestido de luto, (1961), Muchas caras del amor (1966), Los aprendices (1977), Cuentos completos (1977), Pálido pero sereno (1997). Zavaleta ha cultivado tanto el cuento como la novela y el ensayo. La crítica ha señalado su condición de pionero, pues fue el primero que introdujo técnicas literarias aprendidas de James Joyce y William Faulkner.

"CHELITA, LA CANGREJITA", UNA NOVELA INFANTIL SOBRE EL VALOR DE LA AUTODETERMINACIÓN

  Juan Cervera (2004) señala que la literatura infantil integra todas las manifestaciones y actividades orientadas al niño, empleando la pal...